Entre 2015 y 2016, fui seleccionada para ser una de las artistas en residencia en la Fundación Antonio Gala, en el sur de España. La residencia se encuentra en un antiguo convento, cuya estructura está articulada por varios patios. En uno de los patios hay una magnolia; era la primera vez que veía un fruto de este árbol, el cual me pareció un objeto extraño.
Decidí estudiar la piña haciendo dibujos pequeños y rápidos de la misma. Intentaba comprender y abordar un mismo sujeto siguiendo diferentes estrategias, como Raymond Queneau hizo en su obra literaria Ejercicios de estilo. En el trabajo de Queneau pueden leerse 99 versiones de un mismo episodio, cada una con variaciones en cuanto a estilo y elementos narrativos pero todas haciendo referencia a un evento único.
Después, realicé una animación en stop motion con todos los dibujos, y la proyecté una noche en el patio en el que permanece la magnolia.
> 400 maneras de mirar una piña de magnolio,
2015, 400 dibujos y una animación (31 secs), lápices de colores sobre papel, 6 x 6,7 cm